Acerca de los cálculos renales —

Una de las enfermedades urológicas más frecuentes.

¿Qué es la urolitiasis?

La urolitiasis es la formación de cálculos en las vías urinarias. Pueden producirse en la pelvis renal, el uréter, la vejiga urinaria o la uretra. Los cálculos urinarios son una de las dolencias más frecuentes en todo el mundo. Se consideran una enfermedad común. Su frecuencia está aumentando en muchos países. Las razones son los cambios en el estilo de vida y los hábitos alimentarios poco saludables.

Pero la mejora de los diagnósticos médicos también contribuye al aumento del número de casos. Los modernos aparatos de ecografía y los procedimientos de TAC permiten detectar cálculos urinarios con mayor frecuencia. El tratamiento suele ser mínimamente invasivo. Sin embargo, la tasa de recaída es de hasta el 50 %.

 

En todo el mundo

115 mill.

de casos en 2019.

Aumento de la prevalencia
de cálculos renales en un

37 %

en los últimos 20 años.

Se produce recidiva
hasta en el

50 %

de los pacientes con
cálculos renales.

Los fragmentos residuales aumentan el

RIESGO

de recidiva.

Cálculos renales.
Una de las enferme­dades urológ­icas más frecuentes.

La incidencia de los cálculos urinarios varía entre el 1 % y el 20 % en todo el mundo. En países con un alto nivel de vida, como Suecia, Canadá o Estados Unidos, la prevalencia es especialmente elevada (más del 10 %). Algunas regiones han registrado un aumento de más del 37 % en los últimos 20 años. Existe una relación cada vez mayor entre los cálculos renales y el riesgo de enfermedad renal crónica (ERC). El Global Burden of Disease Study (GBD) registró 115 millones de personas con urolitiasis en todo el mundo en 2019.

¿Cómo se tratan los cálculos renales?

Se distingue entre tratamiento no intervencionista (conservador) y tratamiento intervencionista. Los tratamientos intervencionistas incluyen:

• Litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC o LOC)
• Nefrolitotomía percutánea (NLPC o NLP)
• Ureterorrenoscopia (URS)


La LEOC es un procedimiento no invasivo. Se generan ondas de choque fuera del cuerpo para romper los cálculos renales. Los fragmentos resultantes deben ser lo suficientemente pequeños como para ser excretados en la orina.


La NLPC es un método quirúrgico para la eliminación directa de cálculos renales. Es especialmente adecuada para piedras grandes. La intervención se realiza bajo anestesia general. Se introduce un nefroscopio a través de la piel directamente en el riñón. Por lo tanto, la NLPC es más invasiva que la LEOC y la URS y conlleva un mayor riesgo de complicaciones.

Durante el procedimiento, se insertan catéteres adicionales en la vejiga y el uréter. Los cálculos se fragmentan mediante láser o ultrasonidos y se extraen activamente a través del endoscopio utilizando una cesta de captura de cálculos. Los fragmentos pequeños se eliminan por lavado o se dejan en el riñón para su secreción espontánea.

La URS es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que permite realizar una endoscopia del uréter y del riñón. Bajo anestesia general, se introduce un ureterorenoscopio por el orificio uretral pasando por la uretra y la vejiga hasta llegar al uréter y el riñón. La utilización de un medio de contraste permite localizar mejor el cálculo renal e identificar anomalías anatómicas. El ureteroscopio está equipado con una diminuta cámara que permite visualizar el uréter a través de la vejiga. El cálculo se extrae directamente o se fragmenta con láser. Los fragmentos se eliminan activamente con una cesta de captura de cálculos.

Tras la intervención, puede colocarse una vaina ureteral y adicionalmente, un catéter urinario para facilitar el drenaje de la orina, en caso de que el uréter esté inflamado como consecuencia de la intervención. Tanto la vaina ureteral como el catéter urinario se retiran poco después de la operación. El paciente puede abandonar el hospital si es capaz de vaciar la vejiga y no hay complicaciones.

Factor de riesgo: Fragmentos residuales

Los fragmentos residuales que permanecen en el riñón o el uréter tras el tratamiento intervencionista pueden representar un núcleo para la formación de nuevos cálculos. El término «Clinically insignificant residual fragments (CIRF), fragmentos residuales clínicamente insignificantes» para fragmentos residuales <4 mm está anticuado y ya no debe utilizarse según la actual directriz S2k. El riesgo de recurrencia es del 21-59 % en los pacientes con fragmentos residuales dentro de los 5 años posteriores a la intervención. Los pacientes con cálculos de estruvita, también conocidos como cálculos infecciosos, que suelen estar causados por infecciones del tracto urinario, tienen un riesgo especialmente alto de recurrencia.

En consecuencia, la guía recomienda la extracción activa de los fragmentos residuales sintomáticos, independientemente de su tamaño, y de los fragmentos residuales asintomáticos de más de 4 mm, así como el seguimiento periódico de los fragmentos de menos de 4 mm. Sin embargo, hay indicios de que incluso los fragmentos residuales <1 mm, también conocidos como polvo, no siempre se desprenden espontáneamente y se hacen más grandes.

«Con mediNiK® puedo garantizar al 100 % a mis pacientes que no tendrán piedras después de la operación.»

Dr. Michael Straub

Médico jefe del Centro de Endourología y Cálculos Urinarios, Klinikum rechts der Isar (centro hospitalario de la margen derecha del Isar), Múnich

¿Cómo se forman los cálculos renales y urinarios?

Nuestros riñones tienen, entre otras, la importante tarea de regular la concentración de sales, electrolitos, agua y el equilibrio ácido-base en el organismo, excretándolos en la orina según sea necesario. La orina se forma en los riñones, se transporta por los uréteres hasta la vejiga y se excreta por la uretra.

Los cálculos renales se producen cuando determinadas sales o ácido úrico se concentran demasiado en la orina. Se forman pequeños cristales que crecen hasta convertirse en piedras más grandes. El proceso exacto de desarrollo es complejo y aún no se conoce del todo. Los factores de riesgo de los cálculos renales son.

Estilo de vida y dieta

Pfeil
  • Estilo de vida y dieta
  • Carencia de quelantes como citrato, fibra y alimentos alcalinos

Trastornos metabólicos

  • Hiper­calciuria, hipo­citraturia, hiper­oxaluria, hiper­urico­suria
  • Gota (alteración del metabolismo del ácido úrico)

Trastornos del metabolismo del calcio

  • Hiper­para­tiroi­dismo primario y otros trastornos del meta­bolismo del calcio

Composición de la orina

  • Demasiados promotores de la cristalización
  • Demasiadas pocas sustancias inhibidoras

Bajo volumen de orina

  • Insuficiente absorción de agua

Infecciones urinarias recurrentes

  • Cambios en el valor del pH de la orina
  • Alcalinización por ureasa bacteriana (p. ej. Proteus mirabilis)

Factores genéticos

  • Predisposición familiar
  • Enfermedades hereditarias monogénicas
  • Acidosis tubular renal

Anomalías anatómicas

  • Defectos por poliquistosis renal medular
  • Estenosis de la unión ureteropiélica
  • Duplicación pieloureteral
  • Poliquistosis renal
  • Riñón en herradura

Otros factores

  • Hipertensión arterial
  • Sobrepeso
  • Cambio climático y condiciones geográficas

Enfermedades intestinales

  • Enfermedades inflamatorias intestinales
  • Malabsorción intestinal
  • Falta de bacterias intestinales que degraden el oxalato

Determinados medicamentos

  • Indinavir (Crixivan)
  • Sulfonamidas (sulfadiazina)
  • Algunos diuréticos
  • Ceftriaxona (en dosis altas durante un largo periodo de tiempo)
  • Diuréticos poco solubles que favorecen la formación de cálculos

Prevención de la litiasis urinaria

Para prevenir la reaparición de cálculos, el médico realiza primero una evaluación del riesgo, en la que asigna al paciente al grupo de bajo riesgo o al de alto riesgo. Se evalúa este en función de la composición de los cálculos urinarios y de los diagnósticos básicos (dieta, comorbilidades, medicación, antecedentes familiares, análisis de sangre, etc.). Además de la metafilaxis general de los cálculos urinarios como terapia de base, los pacientes de alto riesgo también requieren una profilaxis específica de los cálculos en función del perfil de riesgo bioquímico del paciente.

Las siguientes medidas generales (terapia de base) se recomiendan para todos los pacientes con cálculos urinarios, independientemente del grupo de riesgo:

Ajuste de la ingesta de líquidos

Aumento de la cantidad de líquidos ingeridos a de 2,5 a 3 litros diarios: Esto conduce a una mayor irrigación de las vías urinarias, reduce el tiempo de tránsito de la orina, dificulta la formación de cristales y elimina los gérmenes patógenos.

Bebidas adecuadas: Infusiones diuréticas y de frutas, aguas minerales bajas en minerales, zumo de manzana (neutro para la orina); aguas medicinales ricas en bicarbonato, zumos de cítricos (alcalinizantes de la orina).

Bebidas inadecuadas: Evite el café con cafeína y el té negro (máx. 2-3 tazas/día), el alcohol, los refrescos azucarados, las gaseosas y los refrescos de cola (aumentan el riesgo de formación de cálculos de oxalato cálcico).

Adaptación de la dieta

Proteínas: 0,8 g/kg de peso corporal, preferiblemente de origen vegetal. Reducir las proteínas animales, ya que aumentan la excreción de calcio y, por tanto, el riesgo de formación de cálculos.

Purinas: Reducir los alimentos ricos en purinas (vísceras, carne, pescado, legumbres) aumenta la excreción de ácido úrico y el riesgo de formación de cálculos.

Calcio: Ingesta adecuada a través de productos lácteos bajos en grasa y agua mineral rica en calcio. Una baja ingesta de calcio aumenta el riesgo de formación de cálculos de oxalato cálcico.

Magnesio: Reduce la excreción de ácido oxálico y favorece la solubilización del oxalato de calcio.

Adaptación del estilo de vida

Ejercicio físico: La actividad física facilita la eliminación eficiente de pequeños cristales urinarios. Además de las actividades deportivas, los cambios en los hábitos cotidianos, como subir escaleras o montar en bicicleta, también contribuyen a ello.

Normalización del peso: El sobrepeso favorece la aparición de cálculos urinarios. Por lo tanto, si tiene sobrepeso, debe esforzarse por reducirlo.

Limitación del estrés: El estrés también es un factor de riesgo para la reaparición de cálculos urinarios. Las técnicas de relajación pueden reducir la probabilidad de recaída.

Para pacientes de alto riesgo

Además de la terapia de base, se recomiendan las siguientes medidas específicas para los cálculos:

  • Sin alcohol
  • Poca carne, pescado y salchichas
  • Dieta lactovegetariana: Verduras, cereales, patatas, fruta, productos lácteos

  • Tratamiento con un antibiótico adecuado

  • Para los adultos, una ingesta de líquidos superior a 3,5 litros al día
  • Terapia de alcalinización